Un equipo de alumnos MBA de ESADE gana un concurso internacional al desarrollar un dispositivo para controlar la diabetes
“Dr. Diabetes” es el nombre del dispositivo móvil creado para detectar y vigilar los niveles de diabetes en cada individuo disminuyendo los riesgos. El equipo de ESADE formado por dos taiwaneses, un árabe y un singapureño ha diseñado una aplicación capaz de reducir el coste del tratamiento hasta un 73%, y el número de visitas en los hospitales hasta un 65%. El concurso NCD Challenge, impulsado por IBM y Novartis, busca soluciones para enfermedades no contagiosas entre universidades y escuelas de negocio de todo el mundo.
Barcelona, 15 de febrero de 2012. Un grupo de alumnos MBA de ESADE ha recogido hoy en Nueva York el premio ganador del IBM/Novartis NCD Challenge, un concurso cuyo objetivo es obtener soluciones que contribuyan a reducir las principales enfermedades no contagiosas del siglo XXI.
Ching-Chia Hsu, Meng-Chi Chen, Alexander Anthonysamy, Kohei Sato y Feras Nagadi son los cinco estudiantes del MBA de ESADE procedentes de Taiwan, Singapore, Japón y Arabia Saudí que han ganado la competición internacional. El conjunto de estudiantes ha desarrollado un dispositivo manual con una aplicación y dos servidores que permite detectar y vigilar constantemente los niveles de diabetes en cada individuo. De esta forma, la solución propuesta se ha diseñado a través de un mecanismo que alerta y en algunos casos se anticipa, a situaciones de riesgo en personas que se enfrentan día a día a enfermedades como la diabetes.
El padre de Meng-Chi
Dr. Diabetes nace con el objetivo de reducir los problemas causados por esta enfermedad no contagiosa a través de medios económicos y viables para aplicar en diferentes zonas urbanas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud el pasado año se registraron 4.6 millones de personas que murieron a causa de diabetes, “Alrededor del 11% del gasto mundial en asistencia sanitaria se destina a combatir esta enfermedad”, comenta Ching-Chia Hsu, líder del conjunto ganador. Además de estos datos, una de las principales motivaciones que llevó al equipo a desarrollar la solución fue el padre de Meng-Chi. Él forma parte los más de 300 millones de personas que sufren diabetes en todo el mundo y que, al igual que el resto de afectados, se enfrenta diariamente a determinados problemas, “Uno de los inconvenientes que detectamos en diabéticos como el padre de Meng-Chi es la dificultad de realizar a diario el test para medir los niveles de glucosa”, afirma Feras Nagadi, uno de los componentes del grupo.
Control y diagnóstico desde tu móvil
Uno de los propósitos de la idea ha sido reemplazar soluciones tradicionales para conseguir mejores resultados. Ching-Chia asegura que “El uso de esta aplicación en ciudades de China permitiría disminuir no sólo el riesgo de complicaciones, sino también el coste del tratamiento hasta un 73 %, reduciendo el número de visitas en hospitales hasta un 65%”. El dispositivo móvil se ha diseñado para utilizarlo a través de una aplicación y dos servidores que permiten hacer un seguimiento de la enfermedad y controlar los niveles de diabetes bajo la supervisión de médicos y personal sanitario.
Su funcionamiento por parte del paciente se basa en introducir la información relativa al régimen, la actividad diaria y el autocontrol de glucosa a una aplicación de teléfono móvil. A través de esta, se obtiene un resultado que mide los niveles totales de la sustancia y se registran en una base de datos a la que médicos acceden para estudiar y enviar al paciente el diagnóstico y el tratamiento adecuado. De manera mensual, el paciente recibe preguntas a través de la aplicación por parte del doctor para hacer un seguimiento de su estado, al mismo tiempo que éste responde a las consultas que el paciente pueda tener. De este modo, la aplicación permite una mayor eficiencia en la relación entre médico y paciente para actuar de forma más detallada y directa, “El médico puede controlar el estado de la persona desde su consulta y emitir un diagnóstico vía Dr. Diabetes. La tecnología y el concepto de `todo en uno´ nos han permitido crear un dispositivo para cubrir las necesidades de pacientes y sistema sanitario al mismo tiempo.”, asegura Ching-Chia Hsu.
Las reglas de la competición obligan a centrar el plan en una zona determinada, sin embargo, miembros del equipo aseguran que la aplicación podría extenderse a zonas urbanas de otros países e implantarse de la misma forma con diferentes enfermedades no contagiosas como hipertensión o enfermedades cardíacas entre otras.
Innovación, tecnología y redes sociales para combatir enfermedades
Durante casi dos meses los miembros del grupo han dedicado su tiempo a analizar dos partes: el mercado y la tecnología, dos factores que el líder del equipo asegura fueron decisivos, “El uso de dispositivos móviles está creciendo en todo el mundo a pasos agigantados. En China se duplica cada año y ha hecho que se convierta en un mercado emergente. Además, queríamos incorporar parte de las nuevas técnicas y tipos de tecnología que se pueden aplicar hoy en día”.
La tecnología y los medios sociales han sido claves en el diseño del dispositivo ya que facilitan su uso de una forma práctica y sencilla a través del uso smart-phones. Del mismo modo, la solución refuerza el poder de las redes sociales a través de la comunidad de gente con problemas de diabetes, “Queríamos crear algo innovador y que se pudiese utilizar en un grupo amplio. A través del uso de esta aplicación diabéticos podrán motivarse en el control de su enfermedad y nosotros cubrimos dos de nuestros principales retos: concienciar a los pacientes y que se sientan cómodos utilizando el dispositivo”, afirma Ching-Chia Hsu.
Inversión para llegar al mundo real
Además del proyecto presentado por ESADE la competición ha acogido entre sus finalistas a University of Merlbourne, Jordan University, Karolinska Institute, Oxford Said Business School o Hass Business School. Escuelas de negocio de todo el mundo han participado en el NCD Challenge, una competición global creada para unir el campo académico y el de la industria sanitaria con el objetivo de innovar y crear soluciones para enfermedades que afectan a miles de personas a nivel mundial.
Sólo 2 proyectos han sido seleccionados como finalistas tras superar varias rondas eliminatorias de entre más de 20 participantes invitados. El equipo de estudiantes de ESADE recibirá como premio asesoramiento por parte de mentores y personal experto en capital de riesgo que les ayudarán a comercializar su solución y poder aplicarla con total viabilidad en diferentes ciudades de China, “con la ayuda de una inversión modesta podemos obtener un gran resultado y llegar a salvar millones de vidas. Llegar hasta aquí es la recompensa de toda la creatividad, la innovación y el análisis realizado y estamos motivados para llevar esta solución a la práctica en el mundo real”, afirma el portavoz del grupo, Ching-Chia Hsu. El buen resultado de esta prueba ha hecho que varios de los miembros del equipo ya estén participando en otras competiciones globales que se llevarán a cabo en los próximos meses.
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